CUENTOS A PETICIÓN - 2
El MIEDO
EL SAMURAI
En todo hay siempre una
grieta. Por eso puede entrar la Luz.
(Leonard Cohen).
Quedaban pocos días para que Nang-sung, samurai del
emperador, fuera investido soldado y protector del emperador, de su guardia
personal, el más alto honor para un samurai.
Había vencido en todas las
pruebas, había luchado con los mejores contrincantes y siempre había salido
airoso...pero Nang-sung tenía un miedo, no un miedo a algo concreto, un miedo
inmaterial, pero que le paralizaba y le asustaba, a él, que había luchado en la
última batalla de conquista del emperador... liderando a cien soldados.
-
“Ve y habla con Shong.”, le dijo uno de sus
maestros, lo encontrarás a dos días de viaje, en un llano, cerca de una aldea,
pregunta.
-
Esto se lo decía uno de sus maestros que
intentando ayudarle, había hablado con él de los tres miedos básicos:
-
El del ruido (por eso los ejércitos llevan
tambores y hacen gran ruido antes de la batalla), el caerse (una vez que el
enemigo ha caído o lo hemos hecho caer está vencido) y el miedo a la muerte (es
el miedo al que sometían a los pueblos que conquistaban), pero el maestro le
dijo que en realidad son los tres miedos básicos de un bebé antes de nacer...
-
Nang-sung se puso su traje de samurai, de
cuero, botas hasta la media rodilla, muñequeras y su túnica negra, sus dos
espadas, y presto subió en su caballo en busca del , le decían, sabio Shong.
-
Cabalgando durante dos días, Nang-sung llegó
por donde le había indicado su maestro, y encontrando a unos aldeanos les
preguntó:
-
¿Por favor, me podéis indicar donde encontrar
al sabio Shong?
-
Los aldeanos se rieron y le indicaron que en
el arroyo cercano lo encontraría.
-
Encontró el arroyo, pero no a Shong, y
preguntó a un pescador lo mismo. Este también se rió, y le dijo: esperad un
rato.....
-
Nang-sung, se sentó, y pasó un rato en el
cual examinó el arroyuelo, era un suelo con hierba fresca y algunas flores,
había unas cuevas pequeñas cerca y unas sombras de unos cuantos cerezos que
estaban brotando.....
-
Cerró los ojos, el viento le acarició el
pelo, y una fragancia a cerezo en flor le inundó como si se metiera dentro de
un cálido mar....
-
He! Samurai! Hola!, dijo Shong…. Nang-sung abrió de pronto los
ojos y vio en ese instante a Shong, el sabio, estaba desnudo gateando en la
orilla del arroyuelo cogiendo con las manos algo del agua.....
-
Hola Señor!, contesto Nang-sung, me ha
enviado mi maestro a veros.....
-
Esperar un momento, contestó Shong.....
-
Shong tenía un pez, un gran pez en las
manos..... Nang-sung le dijo: ya tenéis vuestra cena Señor!
-
Oh! no!, dijo Shong, se había quedado
atrapado entre las cañas y lo he salvado, dijo riendo y lanzándolo al agua.
-
Bien, os invito a sentaros, venid a mi cueva
y os escucharé, dijo el sabio.
-
Nang-sung dudó de haber encontrado a la persona
que su maestro le había indicado, y le volvió a preguntar....Oh! sí, es así
como me llaman, contestó Shong, pero no hagáis caso, a veces lo que creemos no
es , y rió de nuevo.
-
Shong era de una edad indefinida, sobre 50
años, delgado, con el pelo muy largo, pero Nang-sung se fijó, las uñas cortas y
bien cuidadas y una gran agilidad en las manos, cosa que sorprendió a
Nang-sung....
-
Oh! Yo también fui samurai, dijo riendo, pero
un día cambié.....
-
Os complace un té? Dijo Shong, sí gracias,
contestó Nang-sung.
-
Song con movimientos ágiles le sirvió
rápidamente pero ceremoniosamente un magnífico té, caliente y suave.....
-
Nang-sung le contó a Shong lo que le ocurría
y en un momento dado Shong dio un salto y apareció con un laúd de una sola
cuerda.....
-
Dijo, oh! no os preocupéis, aunque sólo tenga
una cuerda funciona perfectamente. Era una especie de pequeño violín de madera
con una cuerda.
-
Shong, produjo un sonido chirriante y
molesto.... a continuación cambió de lugar la presión de sus dedos en la única
cuerda del laúd y se escuchó un sonido distinto, agradable y grave.
-
Sólo depende de en qué punto de la cuerda
ejerzo presión, dijo Shong.....
-
Sabéis que las emociones tienen su
paralelismo con las notas musicales?
-
No, contestó Nang-sung, no lo sabía.
-
Oh sí, dijo Shong, la chirriante si la tocase
mucho tiempo causa miedo y la grave tiende a que el que la escucha sea
prudente.....
-
Shong tocó el laúd en su punto medio y se
escuchó una pequeña canción melodiosa que gustó al samurai....
-
Véis? Dijo, Shong, el miedo, la nota
chirriante que molesta, y la prudencia, la grave, son las dos de la misma
cuerda y del mismo laúd de madera. Si quisiera quitar el miedo cortando la
cuerda y haciéndola más pequeña el miedo no se iría. Uno y otro se producen con
la misma cuerda pero con diferente vibración.
-
Vuestro cuerpo es el laúd de madera y vuestra
mente es la cuerda de láud, es una unidad.
-
Sólo debéis hacer vibrar la cuerda, vuestra
mente, en el punto medio donde suena mejor.
-
Oh ¡ perdonadme, gritó Shong, riendo y
saltando en dirección al río, creo que se ha enredado otro pez!
-
..pero,... dijo a lo lejos..... si conseguís
abrazar a vuestro miedo el miedo se transformará y os transformaréis vos,
recordadlo...... y venid otro día .....
-
Shong se tiró al agua dando palmadas y
riendo.....el samurai en ese instante se iluminó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario